viernes, 28 de noviembre de 2008
escuché
Corre una brisa afuera. Ahora si, al fin, corre una brisa. Además de frescor, de olor a lluvia, trae voces que, por lo que escuché, nos brindan apoyo. Las voces del viento nos dicen que pueden, si nosotros queremos, crear remolinos acá y allá, para distraer a los que no quieren ser distraídos, esos que tienen siempre la mirada sobre los que queremos hacerlos caer.
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