Y entró. Nadie lo entendió. Hasta lo llamaron loco. ¡LOCO POR QUERER ESTAR SOLO!.
Un ratito solo nomás quería estar. Lo que pasa es que tenemos todos una creencia distinta de la palabra ratito. Y de la palabra loco también. Lo que pasa es que nadie pudo entender que él entró, para volver a salir con mas fuerza, para que su vuelo sea tan alto como sus ganas.
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1 comentario:
puf!
escribe bien niña, siga asi!
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